Para mí, es muy importante conocer a los amigos de mis hijos, sin importar la edad que tengan. Además de que esto te acerca a ellos y ayuda a que seas parte de sus vidas, siempre es bueno estar al tanto de quiénes son sus influencias.
Aquí te digo, paso a paso, cómo organizar una reunión para conocer y convivir con los amigos de tus hijos. Recuerda la regla de oro: ¡hazlo divertido!
Coméntalo con ellos
Hazles saber que estás interesada en conocer a sus amigos y pasar un poco de tiempo con ellos. Dependiendo de la edad de tus hijos, sus reacciones pueden variar. Si, por ejemplo, tienes hijos adolescentes, asegúrate de explicarles que solo quieres ser parte de su vida, no se trata de traerlos bien checados.
Deja que ellos elijan
Hazlos parte de la organización, deja que escojan a quiénes invitar y, dependiendo de la edad que tengan, tal vez también qué día hacer la reunión. Sugiere algunas botanas para preparar ese día y que te digan cuáles prefieren, etc.
Haz la averiguación previa
Es decir, haz un intento por conocerlos un poco a través de tu hijo, así no llegas en ceros a la reunión. ¿Cómo se llaman, cómo son, qué les gusta hacer juntos? Así, ya tendrás algo de qué hablar con ellos cuando finalmente los conozcas.
Ponte en contacto con los padres
Intercambia números de teléfono con los padres de los amigos de tus hijos y asegúrate de que estén al tanto de la reunión. Platica con ellos para que te conozcan y agarren confianza. En una de esas, ¡hasta tú haces nuevos amigos!
Prepárate para el día
No necesitas planear una actividad después de otra, pero sería una buena idea que tuvieras un plan. Si son niños pequeños, puedes preparar algún juego clásico como “las sillas” o una carrera de costales. Si son más grandes, te sugiero tener juegos de mesa y un par de películas que puedan ver todos juntos.
En cuanto a la comida, con que tengas listas unas cuantas botanas y bebidas más que suficiente. Puede ser un guacamole, unas salchichas a la diabla y unas frutas con chamoy. Aquí te explico cómo prepararlas.
Relájate
No te estreses de más por caer bien ni fuerces las cosas. Una vez que ya estás ahí, relájate y deja que todo fluya. Sé de ayuda cuando te necesiten y dales su espacio para que jueguen y se diviertan libremente.
Verás cómo, después de conocer y convivir con los amigos de tus hijos, te sentirás más cerca de ellos y tendrás una mejor idea de cómo es su vida fuera de la casa.
