Sigue estos consejos y descansen mejor
Tienes bebé en casa y la rutina ha cambiado totalmente, ¿verdad? Ahora tratas de aprovechar los momentos en que tu pequeño duerme para hacer otras tareas del hogar o simplemente para descansar, por eso, es importante que descubras ciertos tips para tener un bebé relajado y que se duerma rápido. Pero, ¿hay manera de facilitar o de inducir ese estado de relajación? ¡Claro que sí!
Hoy te presento una rutina para relajar a tu bebé antes de dormir. Sigue estos pasos cada noche y verás que hace toda la diferencia para lograr un sueño reparador para él, para ti, ¡y también para tu familia!
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Reproduce ruido blanco
El ruido blanco es un sonido en el que todas las frecuencias están al mismo volumen, por lo que ninguna sobresale. Además, se ha demostrado científicamente que esto tiene un efecto calmante que ayuda a que los bebés se relajen y se duerman más rápido. Los expertos recomiendan mantener el ruido a un volumen moderado, colocar la bocina a una distancia de dos metros del bebé y activarla durante un rato, no toda la noche.
Hoy en día puedes encontrar muchas variedades de bocinas, pero para tu bebé una de tamaño pequeño será más que suficiente. Reproduce ruido blanco y déjalo durante 20 a 30 minutos mientras lo preparas para que se duerma. Ese lapso de tiempo puede incluir unos 10 a 15 minutos adicionales, mientras tu bebé ya se encuentra en la cuna.
Báñalo
Una buena rutina incluye un baño relajante por la noche. Procura que el agua no esté muy caliente, usa productos hipoalergénicos y, una gran recomendación, es que estos tengan esencia de lavanda, ya sea el jabón o el champú, incluso una o dos gotas de esencia disuelta en el agua, pues este aroma es clave para un bebé relajado.
Una vez que el baño termine, ¡tómate tu tiempo! Sécalo con calma, haz contacto visual y habla con él. Además de volverse una parte fundamental en la higiene de tu bebé, verás que él lo disfrutará mucho.
Dale un masaje con loción
¿Quién no se relaja con un masaje? ¡Tu pequeño no será la excepción! Sin importar si lo acabas de bañar o no, usa un poco de loción o aceite para bebé y dale un masaje que vaya desde los dedos de sus manos y pies, hasta el cuelo, espalda, brazos y piernitas. Recuerda no aplicar mucha presión, solo una suave caricia que lo ayude a sentirse mimado.
Después de esto, hazle su cambio de pañal, ropita limpia, ¡y listo para dormir! Esto puede dar paso hacia una noche apacible.
Una última comida
Deja prendida una luz tenue en el cuarto del bebé, puede ser una de esas lámparas nocturnas o las que se enchufan a la luz solo para dar un poco de iluminación. Tápalo y dale pecho o biberón, pues comer también es algo que relaja el cuerpo, sobre todo cuando tiene tu presencia tan cerca. Además, puedes aprovechar para cantarle o hablarle en voz bajita. Por último, hazlo eructar una última vez en el día, para que esto no le genere molestias durante la noche.
Ponlo en su cuna
Este es el último paso. Si tu pequeño se quedó dormido en tus brazos mientras lo alimentabas, será fácil. Pero si aún se encuentra medio despierto, lo mejor es hacer una transición lenta: colócalo en su cuna y quédate con él, sigue cantándole o hablando con él en voz baja, verás que el sonido de tu voz lo arrullará hasta que se duerma.
Si es necesario, deja una prenda tuya en la cuna, junto a él. De esta manera él sentirá tu cercanía con tu aroma y tendrá una noche tranquila.
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