Como la mayoría de los utensilios de cocina, los cuchillos necesitan un mantenimiento de vez en cuando. El uso diario les va quitando el filo, hasta que no puedas cortar ni un tomate.
Si llevas días esperando el silbido del afilador, aquí te pasaré varios trucos para afilar tus cuchillos con objetos que tienes en casa.
La taza afiladora
Aunque no lo creas, con una taza de café puedes sacarle buen filo a tus cuchillos. Escoge una de cerámica y voltéala. La parte porosa de la base que no tiene pintura, es ideal para sacar filo. Sólo deberás pasar cada lado del cuchillo de arriba hacia abajo. Con un par de veces que lo hagas, notarás que ha recobrado el filo. ¡Después de limpiarlo estará como nuevo!
Cuchillo con cuchillo
Este truco seguro lo has visto con el carnicero. Usar un cuchillo para afilar otro es un método muy común. Elige dos cuchillos que tengan tamaños similares y desliza la hoja del cuchillo que quieras afilar contra la hoja del otro. Repite el proceso un par de veces por ambas caras y listo. ¡Ten mucho cuidado de no cortarte!
Usa papel de lija
Otra alternativa es usar un papel de lija, de preferencia del número doble cero. Vas a colocar el papel sobre una superficie plana como una mesa. Después, pasa ambos lados del cuchillo de arriba hacia abajo hasta que recupere su filo. También puedes doblar el papel de lija a la mitad con la cara rugosa hacia adentro. Mete el cuchillo y pásalo un par de veces. Notarás la diferencia de inmediato.
Usa un poco de aluminio
Si no tienes papel de lija, el aluminio es otra opción para afilar el cuchillo. Recorta un cuadrado de aluminio de 10 por 10 centímetros. Marca un doblez a la mitad y corta con el cuchillo. Ahora une ambas piezas, marca otro doblez y vuelve a cortar. Repite la operación hasta que dé la longitud del aluminio.
Como viste, afilar el cuchillo en casa es una tarea muy sencilla que te tomará un par de minutos. Si tienes algún consejo que quieras compartir, te invito a que lo escribas aquí abajo.
