Aunque la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, a veces no le damos la atención que se merece. La buena noticia es que tener una piel bonita y bien protegida es más fácil de lo que crees… y ni siquiera tienes que romper el cochinito. Conoce cómo hacer una rutina para cuidar tu piel amigable con el bolsillo.
Primero tu carita preciosa
La limpieza de tu cara es el primer paso para cuidar tu piel. Recuerda que debes hacer esto por la mañana y por la noche para eliminar la grasa y otras partículas que pueden tapar los poros y crear acné y otras imperfecciones. Un cepillo de limpieza facial puede ser de gran ayuda para este paso.
Aplica un suero
Los sueros penetran las capas más profundas de la piel y las llenan de nutrientes ideales para repararla y protegerla. Pueden ser específicos para alguna parte de tu cara, así que lee las instrucciones con cuidado y aplica según tu caso o problema específico.
Hidrata tu piel
Como su nombre lo dice, un hidratante ayuda a que tu piel luzca fresca y suave, además de que intensifica el efecto del suero. Por lo regular se aplica después de la limpieza o el suero, y lo puedes hacer por la mañana o por la noche. Recuerda emplearlo de forma circular para que tu piel lo absorba poco a poco y de manera efectiva.
Utiliza bloqueador
Algunos hidratantes tienen protección contra el sol; si no es así, cierra tu rutina aplicando bloqueador. Además de cuidar tu piel de los rayos ultravioleta, también previene arrugas, descoloramiento, manchas y otros problemas serios como cáncer de piel. Con esto, también te asegurarás que los pasos anteriores sean efectivos.
Lo mejor de esta rutina es que existen muchos tipos de productos que se ajustan a los bolsillos y tipos de piel de cada quien. Si tienes dudas, un dermatólogo te puede orientar de forma profesional para crear una rutina perfecta.
Te puede interesar:
Cómo hacer una limpieza profunda en el cabello
